
Y sí, quizá esta película por su misma naturaleza de indie-movie, no tiene grandes aspiraciones, salvo las de cocaína, claro. Pero, vamos, si exacerba y ensalza la música, el glamour, la fama y los excesos, ya, pues, tampoco te pongas existencialista, no? Date por bien servido con despacharte con el desenfreno psicodélico y musical de Party Monster.
Yo había oído mil veces sobre esta película, y secretamente andaba en vehemente búsqueda de ella. Había oído que Party Monster representaba para los gays, lo mismo que Amelie para los arties: way of life, and style. Y sí, así es.
[ TAKE ME TO THE CLUB ]

Michael Alig (Macaulay Culkin) es un joven que viaja a New York en la década fastuosa de los 80´s, dejando atrás su pasado de niño abusado, sin que ello le haya degenerado en un trauma, aclaro.
Estando en NY conoce a James St. James (Seth


Es así que Michael empieza a congregar multitudes emperifolladas de teenagers a sus fastuosas y alocadas fiestas en el Limelight, un centro nocturno de mala muerte que el emplumado jovenzuelo se encargó de encumbrar como punto de referencia obligada de las noches neoyorquinas, tras el cierre de míticos clubs, como el Studio 54 que se hiciera famoso gracias a Andy Warhol y Madonna.
Es así que bajo la afeminada mano de Michael nace Disco 2000, el paradigma de las fiestas desjuiciadas tras la muerte de Andy Warhol. Y junto a Disco 2000, nace el Club Kids, o el Club de los Chicos, de los chicos fabulosos, famosos porque sí, estridentes, alegóricos y festivos; todos bajo el mando de Michael. La fama le sonríe a Michael y su trouppé de drag queens. Pero esta fama tiene un precio: la separación de Michael con el que pretende ser su más grande amor: Dj Keoki, que no es más que un portero al que Michael hizo famoso gratuitamente, casi como a todos los integrantes de su séquito.

[ GIVE ME TONIGHT ]
Claro, la fiesta termina para Michael, porque James aprovecha el momento para publicar su

Es, en pocas palabras, una dramatización colorida y sórdida de lo que ambos realizadores pusieron frente a la cámara la primera vez, sólo que ahora dejan que la voz narradora sea la de los propios Michael y James en distintos momentos de la vida de cada uno, pero siempre dando el peso específico de la anécdota a Michael.
Y bueno, la mayoría de las críticas apunta a que la película pierde el norte entre tanto maquillaje y pelucas, porque en realidad la historia, más que retratar el efímero fulgor de un movimiento callejero dragqueen, pretendía llevar al espectador al lado oscuro de Michael Alig como líder de este grupo de muchachos que no encuentran su lugar en el mundo, sin dejar de lado su endeble estado emocional y su creciente afán de protagonismo.
[ MONEY, SUCCES, FAME, GLAMOUR ]
Musicalmente la cinta es un devaneo de éxtasis y sordidez psicodélica. Si bien el vestuario derrocha glitter por todos lados, la música se la lleva de encuentro. Y sí, la música es el 30 por ciento de la película. Claro, porque si Party Monster cuenta la historia de dos chicos que decidieron salir de la miseria total en la que viven siendo estrellas la fiesta, es fácil deducir que si hay fiesta hay música. Si la fiesta es gay, entonces hay buena música.
[ MONEY, SUCCES, FAME, GLAMOUR ]

Y bueno, si les digo que Marylin Manson hace un cameo como Christina, una travesti rubia, desdentada y dogadicta, ya se imaginan que también canta, y, Dios, cómo canta… The La la song, es el pegajoso y disforzado tema con el que aparece en una de las primeras fiestas de Michael, apretada, blandísima y vestida de leather.

El otro momento sucede cuando el grupo completo de los club kids canta Money, Success, Fame, Glamour (Felix da Housecat) acaso la premisa básica de la filosofía de vida de Michael y sus acompañantes.

[ GET HAPPY ]

Michael sabe bien que las apariencias pueden acabar contigo. Cuando te crees el personaje que representas estás perdido. -Sólo quiero ser amado-le dice a su amigo James, y éste sonríe.
El ambiente despreocupado y cargado de sustancias, y el fastuoso hacer de Michael en la construcción de una fiesta continua, esconde la escabrosa realidad de unos personajes que a base de pelucas, éxtasis, coca y purpurina tratan de reparar sus maltrechas almas, de llenar el vacío de sus almas...
-¿Somos superficiales?-pregunta Michael;
-Sí, pero lo somos profundamente...
El camino del exceso es el camino de la sabiduría, o como diría Michael, es...fabuloso.
[ UPDATE ]
Video de Party Monster.01
Los Chicos del Club cantan MONEY SUCCES FAME GLAMOUR
No hay comentarios.:
Publicar un comentario