jueves, mayo 25, 2006

Cory Kennedy, la nueva fashionista.

A pesar de que su pertenencia al clan Kennedy no esté del todo claro, Cory Kennedy es la neo.fashionista que el antojadizo sistema mediático americano ha decidido encumbrar como la estrella más "kewl" del momento.

Y sí, Cory es la revelación de los coolhunters. Sólo tiene 15 años y más de 30 eleuves (carteras Luis Vuitton, si no sabes), una adicción natural a fotografiarse,y también al gin tonic y una que otra especie natural.

Y como si eso no bastara, es la musa del Cobra Snake, el club más underground y fashionable de Los Ángeles. Su único trabajo consiste en emborracharse, bailar y tirarse al piso con su millonario vestuario y posar para las fotos una y otra vez.

A algunos les encanta su look tipo heroin-chic, y a otros no tanto. Pero Cory no tiene etiquetas, eso la hace ser artificiosa y sublimemente natural y encantadora. Estoy seguro que confía en su instinto, y eso es lo que tiene locas y horrorizadas a las señoritas modositas que leen Vogue y aman a Carolina Herrera... Y es que esa niña hace lo que quiere, combina muñequeras Adidas con bolsos de Gucci, unos Manolos con calcetines de colores... y vean, que bien le funciona.

A estas alturas, que duda cabe, Cory es un nuevo prototipo a seguir de la neo.moda urbana, quizá estamos ante la estrella fashionista del futuro. Agárrate Paris Hilton.

[ el talentoso señor eMe ]

martes, mayo 16, 2006

MADONNA rides again



Tengo que decirlo, este es el reportaje del momento: Madonna fotografiada por Steven Klein para la revista W, edición de mayo.

Las fotitos han desatado una suerte de fiebre glamorosa muy eficiente para el marketing al que Madonna nos tiene muy mal-acostumbrados. Millones se han rendido ante las fotografías. En internet circulan millones de blogs dedicados a este extenso reportaje donde Madonna aparece en plan de amazona-erótica con un cuerpazo de infarto que muchas quisieran tener cuando lleguen a los 47 años de la diva.

Dicha sesión no podría ser más oportuna, pues Madonna acaba de lanzar al aire su documental más reciente titulado "I’m going to tell you a secret", en el que documenta los entretelones de su última gira, el Re-Invention Tour. Y claro, además de eso porque Madonna alista el Confessions Tour, la gira programada para este año. O sea, más oportuna la sesión de fotos no pudo estar.

By the way, parece que Madonna aprovechó para guiñarle el ojo a su pasado accidente de equitación y tomó de allí el outfit hípico para el concepto de esta sesión. O sea, puro marketing. Aprendan.


[ el talentoso señor eme ]

::: update :::


"Me casé por las razones erradas. Cuando mi esposo no resultó ser todo lo que imaginaba que sería quería terminarlo todo.No existe tal cosa como un “alma gemela perfecta”.Si conocen a alguien y piensan que es perfecto,será mejor que corran lo mas rápido que puedan en la dirección contraria, por que el alma gemela es aquella persona que oprime todos tus botones, te hace enojar regularmente y te hace encarar tu mierda.No es fácil llevar un buen matrimonioPero no quiero las cosas fáciles.Lo fácil no te deja crecerLo fácil no te hace pensar.Agradezco a Dios estar casada con un hombre que me hace pensar.Esa es mi definición de verdadero amor".


Madonna, I’m going to tell you a secret.


jueves, mayo 11, 2006

Party Monster


Si me preguntas por PARTY MONSTER te repetiré que sí, esta película ha sido puro pretexto para sobrexponer el disfuerzo, la chirriante música, el exceso de glamour y esteticismo de los 80´s liderado por MICHAEL ALIG el baluarte del movimiento drag-queenesco teenager de Nueva York.

Y sí, quizá esta película por su misma naturaleza de indie-movie, no tiene grandes aspiraciones, salvo las de cocaína, claro. Pero, vamos, si exacerba y ensalza la música, el glamour, la fama y los excesos, ya, pues, tampoco te pongas existencialista, no? Date por bien servido con despacharte con el desenfreno psicodélico y musical de Party Monster.

Yo había oído mil veces sobre esta película, y secretamente andaba en vehemente búsqueda de ella. Había oído que Party Monster representaba para los gays, lo mismo que Amelie para los arties: way of life, and style. Y sí, así es.



[ TAKE ME TO THE CLUB ]

La historia que se narra a galope entre taconazo, pestaña y éxtasis, es más bien sencilla.
Michael Alig (Macaulay Culkin) es un joven que viaja a New York en la década fastuosa de los 80´s, dejando atrás su pasado de niño abusado, sin que ello le haya degenerado en un trauma, aclaro.

Estando en NY conoce a James St. James (Seth Green), un medianamente famoso personajillo del mundo nocturno y excesivo neoyorkino. A partir de este aparatoso encuentro, Michael empieza a cambiar su vida. Se puede decir que James es fabuloso, y es quien inicia a Michael en el mundillo de las fiestas, las discos, el exceso y el glamour.

Michael, rápidamente se hace conocido, gracias a sus mañas, disfuerzos y los arribistas consejos de James que, finalmente, termina relegado a ser el segundón de Michael.
Es así que Michael empieza a congregar multitudes emperifolladas de teenagers a sus fastuosas y alocadas fiestas en el Limelight, un centro nocturno de mala muerte que el emplumado jovenzuelo se encargó de encumbrar como punto de referencia obligada de las noches neoyorquinas, tras el cierre de míticos clubs, como el Studio 54 que se hiciera famoso gracias a Andy Warhol y Madonna.
Es así que bajo la afeminada mano de Michael nace Disco 2000, el paradigma de las fiestas desjuiciadas tras la muerte de Andy Warhol. Y junto a Disco 2000, nace el Club Kids, o el Club de los Chicos, de los chicos fabulosos, famosos porque sí, estridentes, alegóricos y festivos; todos bajo el mando de Michael. La fama le sonríe a Michael y su trouppé de drag queens. Pero esta fama tiene un precio: la separación de Michael con el que pretende ser su más grande amor: Dj Keoki, que no es más que un portero al que Michael hizo famoso gratuitamente, casi como a todos los integrantes de su séquito.

En una de las giras Michael conoce a Gitsie (Chloe Sevigny), una chica dulcemente desjuiciada y adicta como él. Se reconocen al instante como almas gemelas, almas hiper-maquilladas, pero gemelas al fin y al cabo. Y de allí no se separarán hasta que Michael es enjuiciado y encarcelado por el asesinato de Ángel (Wilson Cruz), su dealer personal y miembro del trouppé de chicos famosos porque sí. Es el fin del glamour, el fin de la fiesta.

[ GIVE ME TONIGHT ]

Claro, la fiesta termina para Michael, porque James aprovecha el momento para publicar su libro “Disco Bloodbath” basado en la historia de Michael Alig, el verdadero. Y sí, después éste libro sirve de inspiración para que los realizadores Fenton Bailey y Randy Barbato lanzaran el mediometraje documental Party Monster en 1998 y luego en el 2003 lo convirtieran a largometraje. Y bueno, esta nueva cinta homónima no es más que una reelaboración en tono de comedia ácida con diferentes guiños directos y manierismos, donde los personajes / actores llaman al público a conocer más de la intimidad de la pareja central.
Es, en pocas palabras, una dramatización colorida y sórdida de lo que ambos realizadores pusieron frente a la cámara la primera vez, sólo que ahora dejan que la voz narradora sea la de los propios Michael y James en distintos momentos de la vida de cada uno, pero siempre dando el peso específico de la anécdota a Michael.
Y bueno, la mayoría de las críticas apunta a que la película pierde el norte entre tanto maquillaje y pelucas, porque en realidad la historia, más que retratar el efímero fulgor de un movimiento callejero dragqueen, pretendía llevar al espectador al lado oscuro de Michael Alig como líder de este grupo de muchachos que no encuentran su lugar en el mundo, sin dejar de lado su endeble estado emocional y su creciente afán de protagonismo.



[ MONEY, SUCCES, FAME, GLAMOUR ]

Musicalmente la cinta es un devaneo de éxtasis y sordidez psicodélica. Si bien el vestuario derrocha glitter por todos lados, la música se la lleva de encuentro. Y sí, la música es el 30 por ciento de la película. Claro, porque si Party Monster cuenta la historia de dos chicos que decidieron salir de la miseria total en la que viven siendo estrellas la fiesta, es fácil deducir que si hay fiesta hay música. Si la fiesta es gay, entonces hay buena música.
Y bueno, si les digo que Marylin Manson hace un cameo como Christina, una travesti rubia, desdentada y dogadicta, ya se imaginan que también canta, y, Dios, cómo canta… The La la song, es el pegajoso y disforzado tema con el que aparece en una de las primeras fiestas de Michael, apretada, blandísima y vestida de leather.

Además, existen otros dos momentos musicales cumbres: cuando Michael y James bailan Two of hearts (Stacey Q), en plan de reconciliación y tras jurar un pacto de solidaridad de amigos for ever. Mucha, mucha melcocha ochentera.

El otro momento sucede cuando el grupo completo de los club kids canta Money, Success, Fame, Glamour (Felix da Housecat) acaso la premisa básica de la filosofía de vida de Michael y sus acompañantes.

Además de la sordidez de Marylin Manson y el acid house del Dj Felix Da Housecat, acompañan a la película los sonidos synth-pop y indiepop-rock de los ingleses de Ladytron, los estridentes y divertidos sonidos de los abanderados del electroclash Miss Kitten & The Hacker, así como los el aura new wave de los Scissors Sisters, Mannequin, Nina Hagen, Waldorf y Happy Trough Hall, con Get Happy, mi favorita.



[ GET HAPPY ]

Y bueno, al final, sacié mis ganas de verla. La disfruté y la entendí. Porque Party Monster esconde tras de todo el exceso y el camp de su estética la entrañable historia de un chico que prefiere evadir la realidad disfrazado, drogado y bailando. Porque al final, cuando Michael se olvida de las risas y pelucas, se encuentra sólo y con su vacío interior, por eso necesita ruido, gente y colores que le ayuden a seguir siendo el personaje fabuloso que necesita ser.

Michael sabe bien que las apariencias pueden acabar contigo. Cuando te crees el personaje que representas estás perdido. -Sólo quiero ser amado-le dice a su amigo James, y éste sonríe.
El ambiente despreocupado y cargado de sustancias, y el fastuoso hacer de Michael en la construcción de una fiesta continua, esconde la escabrosa realidad de unos personajes que a base de pelucas, éxtasis, coca y purpurina tratan de reparar sus maltrechas almas, de llenar el vacío de sus almas...
-¿Somos superficiales?-pregunta Michael;
-Sí, pero lo somos profundamente...
El camino del exceso es el camino de la sabiduría, o como diría Michael, es...fabuloso.




[ UPDATE ]

Video de Party Monster.01
Los Chicos del Club cantan MONEY SUCCES FAME GLAMOUR




Video de Party Monster 02
Michael y James bailan Two of Hearts.



Video de Party Monster 03
Michael organiza una Party in the truck. El chofer del camión es Christina (Marylin Manson)





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miércoles, mayo 10, 2006

Warhol & The Velvet Underground


Uno de los primeros atisbos que recuerdo haber tenido de Andy Warhol y toda su actitud caladora en la situación mediática popular, fue en una mañana cualquiera, hojeando unas revistas que me había traído una tía del extranjero. En ella, había portadas de discos algo previsibles y con escasa información, pero no del todo fue así, hallé una de las portadas más interesantes que hasta el momento había visto, era un plátano mal pintado y con vislumbres de disfuerzo, pero con un impacto visual y –sobretodo- sonoro que luego me provocaría.
La ilustración perteneciente al autor de Chelsea Girls, que luego la utilizaría la magistral y admirable banda The Velvet Underground causó alteración en la época, el estilo y la nueva tendencia avant-garde que ellos engendraban causaba revuelo y nuevas expectativas. Dirigida por nuestro Warhol, además de Lou Reed, Jhon Cale y luego se integraría Nico, que fue una de las modelos y actrices más conocidas en New York para así poder editar su primer Lp. La banda, hasta el momento es catalogada como una de las más influyentes en la historia universal de la música, los sonidos que contenían eran básicamente ruidos, chillidos y toda la onda psicodélica que decidieron crear para conseguir una ruptura en la monotonía sonora en que transitaba New York en los años sesenta.
El disco sujeta canciones reconocidas como Sunday morning, Venus in furs, Femme fatale que inmediatamente serían utilizadas para los trabajos, exposiciones e instalaciones que A. Warhol realizaba en el apogeo de su época de culto. La concatenación que existía entre música y arte era impresionante a nivel de creación artística además de ser novedoso para muchos artistas y músicos que divagaban en el período, generando envidias y ambigüedades que tratarían de opacar a toda la colectiva warholiana que se había impuesto. Habráse visto? Felizmente que la década pop dura hasta ahora, dejando grandes estragos que se hacen notar en nuestro entorno. A dios gracias.
_emidark_