jueves, mayo 11, 2006

Party Monster


Si me preguntas por PARTY MONSTER te repetiré que sí, esta película ha sido puro pretexto para sobrexponer el disfuerzo, la chirriante música, el exceso de glamour y esteticismo de los 80´s liderado por MICHAEL ALIG el baluarte del movimiento drag-queenesco teenager de Nueva York.

Y sí, quizá esta película por su misma naturaleza de indie-movie, no tiene grandes aspiraciones, salvo las de cocaína, claro. Pero, vamos, si exacerba y ensalza la música, el glamour, la fama y los excesos, ya, pues, tampoco te pongas existencialista, no? Date por bien servido con despacharte con el desenfreno psicodélico y musical de Party Monster.

Yo había oído mil veces sobre esta película, y secretamente andaba en vehemente búsqueda de ella. Había oído que Party Monster representaba para los gays, lo mismo que Amelie para los arties: way of life, and style. Y sí, así es.



[ TAKE ME TO THE CLUB ]

La historia que se narra a galope entre taconazo, pestaña y éxtasis, es más bien sencilla.
Michael Alig (Macaulay Culkin) es un joven que viaja a New York en la década fastuosa de los 80´s, dejando atrás su pasado de niño abusado, sin que ello le haya degenerado en un trauma, aclaro.

Estando en NY conoce a James St. James (Seth Green), un medianamente famoso personajillo del mundo nocturno y excesivo neoyorkino. A partir de este aparatoso encuentro, Michael empieza a cambiar su vida. Se puede decir que James es fabuloso, y es quien inicia a Michael en el mundillo de las fiestas, las discos, el exceso y el glamour.

Michael, rápidamente se hace conocido, gracias a sus mañas, disfuerzos y los arribistas consejos de James que, finalmente, termina relegado a ser el segundón de Michael.
Es así que Michael empieza a congregar multitudes emperifolladas de teenagers a sus fastuosas y alocadas fiestas en el Limelight, un centro nocturno de mala muerte que el emplumado jovenzuelo se encargó de encumbrar como punto de referencia obligada de las noches neoyorquinas, tras el cierre de míticos clubs, como el Studio 54 que se hiciera famoso gracias a Andy Warhol y Madonna.
Es así que bajo la afeminada mano de Michael nace Disco 2000, el paradigma de las fiestas desjuiciadas tras la muerte de Andy Warhol. Y junto a Disco 2000, nace el Club Kids, o el Club de los Chicos, de los chicos fabulosos, famosos porque sí, estridentes, alegóricos y festivos; todos bajo el mando de Michael. La fama le sonríe a Michael y su trouppé de drag queens. Pero esta fama tiene un precio: la separación de Michael con el que pretende ser su más grande amor: Dj Keoki, que no es más que un portero al que Michael hizo famoso gratuitamente, casi como a todos los integrantes de su séquito.

En una de las giras Michael conoce a Gitsie (Chloe Sevigny), una chica dulcemente desjuiciada y adicta como él. Se reconocen al instante como almas gemelas, almas hiper-maquilladas, pero gemelas al fin y al cabo. Y de allí no se separarán hasta que Michael es enjuiciado y encarcelado por el asesinato de Ángel (Wilson Cruz), su dealer personal y miembro del trouppé de chicos famosos porque sí. Es el fin del glamour, el fin de la fiesta.

[ GIVE ME TONIGHT ]

Claro, la fiesta termina para Michael, porque James aprovecha el momento para publicar su libro “Disco Bloodbath” basado en la historia de Michael Alig, el verdadero. Y sí, después éste libro sirve de inspiración para que los realizadores Fenton Bailey y Randy Barbato lanzaran el mediometraje documental Party Monster en 1998 y luego en el 2003 lo convirtieran a largometraje. Y bueno, esta nueva cinta homónima no es más que una reelaboración en tono de comedia ácida con diferentes guiños directos y manierismos, donde los personajes / actores llaman al público a conocer más de la intimidad de la pareja central.
Es, en pocas palabras, una dramatización colorida y sórdida de lo que ambos realizadores pusieron frente a la cámara la primera vez, sólo que ahora dejan que la voz narradora sea la de los propios Michael y James en distintos momentos de la vida de cada uno, pero siempre dando el peso específico de la anécdota a Michael.
Y bueno, la mayoría de las críticas apunta a que la película pierde el norte entre tanto maquillaje y pelucas, porque en realidad la historia, más que retratar el efímero fulgor de un movimiento callejero dragqueen, pretendía llevar al espectador al lado oscuro de Michael Alig como líder de este grupo de muchachos que no encuentran su lugar en el mundo, sin dejar de lado su endeble estado emocional y su creciente afán de protagonismo.



[ MONEY, SUCCES, FAME, GLAMOUR ]

Musicalmente la cinta es un devaneo de éxtasis y sordidez psicodélica. Si bien el vestuario derrocha glitter por todos lados, la música se la lleva de encuentro. Y sí, la música es el 30 por ciento de la película. Claro, porque si Party Monster cuenta la historia de dos chicos que decidieron salir de la miseria total en la que viven siendo estrellas la fiesta, es fácil deducir que si hay fiesta hay música. Si la fiesta es gay, entonces hay buena música.
Y bueno, si les digo que Marylin Manson hace un cameo como Christina, una travesti rubia, desdentada y dogadicta, ya se imaginan que también canta, y, Dios, cómo canta… The La la song, es el pegajoso y disforzado tema con el que aparece en una de las primeras fiestas de Michael, apretada, blandísima y vestida de leather.

Además, existen otros dos momentos musicales cumbres: cuando Michael y James bailan Two of hearts (Stacey Q), en plan de reconciliación y tras jurar un pacto de solidaridad de amigos for ever. Mucha, mucha melcocha ochentera.

El otro momento sucede cuando el grupo completo de los club kids canta Money, Success, Fame, Glamour (Felix da Housecat) acaso la premisa básica de la filosofía de vida de Michael y sus acompañantes.

Además de la sordidez de Marylin Manson y el acid house del Dj Felix Da Housecat, acompañan a la película los sonidos synth-pop y indiepop-rock de los ingleses de Ladytron, los estridentes y divertidos sonidos de los abanderados del electroclash Miss Kitten & The Hacker, así como los el aura new wave de los Scissors Sisters, Mannequin, Nina Hagen, Waldorf y Happy Trough Hall, con Get Happy, mi favorita.



[ GET HAPPY ]

Y bueno, al final, sacié mis ganas de verla. La disfruté y la entendí. Porque Party Monster esconde tras de todo el exceso y el camp de su estética la entrañable historia de un chico que prefiere evadir la realidad disfrazado, drogado y bailando. Porque al final, cuando Michael se olvida de las risas y pelucas, se encuentra sólo y con su vacío interior, por eso necesita ruido, gente y colores que le ayuden a seguir siendo el personaje fabuloso que necesita ser.

Michael sabe bien que las apariencias pueden acabar contigo. Cuando te crees el personaje que representas estás perdido. -Sólo quiero ser amado-le dice a su amigo James, y éste sonríe.
El ambiente despreocupado y cargado de sustancias, y el fastuoso hacer de Michael en la construcción de una fiesta continua, esconde la escabrosa realidad de unos personajes que a base de pelucas, éxtasis, coca y purpurina tratan de reparar sus maltrechas almas, de llenar el vacío de sus almas...
-¿Somos superficiales?-pregunta Michael;
-Sí, pero lo somos profundamente...
El camino del exceso es el camino de la sabiduría, o como diría Michael, es...fabuloso.




[ UPDATE ]

Video de Party Monster.01
Los Chicos del Club cantan MONEY SUCCES FAME GLAMOUR




Video de Party Monster 02
Michael y James bailan Two of Hearts.



Video de Party Monster 03
Michael organiza una Party in the truck. El chofer del camión es Christina (Marylin Manson)





<< el talentoso señor eme >>

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